En una rama oculta

María Sánchez Fernández 

Me ha brotado un jardín

bajo la lluvia fresca de tu risa.

 Un arco de colores canta un himno

a los espejos quietos de los charcos.

En mi jardín florecen

unas rosas tan rojas y encendidas

como los pulsos vivos y alocados

 de un corazón dormido que despierta.

Jazmines trepadores

derraman su blancura inmaculada,

 ─ ¡ llanto hermoso y divino de las hadas ─ !,

alfombrando la hierba humedecida.

Por sus alzados muros,

tejidos con las hebras transparentes

de las madejas gráciles del aire,

dos tórtolas retozan enceladas.

 En vuelo enajenado

se acogen al abrazo verdinegro

de un cedro altivo y sabio

anegándolo de arrullos y ternuras,

y en una rama oculta,

 donde habita el latido de mi alma,

con hilillos de estrellas y de luna

tejerán la tibieza de su  Úbeda 24 de Septiembre de 2012