MAESTRO
Me contó la luna
que vio tu mirada
prendida en las sierras
cuando el lucero brillaba.
Brillaban tus ojos
cual gemas preciosas.
Rostros serenos
envolvían tu corazón.
Corazón bañado de risas
de patios, de sol
embebieron la noche
con hermosa canción.
Canción brincando los llanos,
trepando los cerros,
con perfumes serranos
encendió tu pasión.
Pasión que se hizo impronta
en las huellas dejadas
sobre el verde profundo
de tu ilusión.
Ilusión vestida de estrellas,
Quimera nacida en alguna estación,
son tus alumnos brillando en el mundo
cosecha fecunda, regalo de Dios.
Gladys Acevedo
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