Donde
van dolientes las mujeres
con
sus marcas indelebles en el alma
que
perduran por siempre en el tiempo
quietas,
inmóviles
resurgiendo desbastadas
pues
la noche se ha hecho carne
y
la bruma acompaña solitaria.
Quiero
el sol
para
ellas que son miles
quiero
el sol, y un mañana,
que
los años no se agolpen dolorosos
lastimados, incoherentes
sobornados
por la risa, la palabra
la
caricia mentirosa
la
boca que lastima.
Quiero
el sol
para
ellas que son miles
quiero
el sol, y un mañana,
un
mañana pleno
no
la herida que sangra y que desgarra,
sino la rosa blanca
que
florece al alba.
Magdalena Bo- Secretaria de SALAC-Filial La Rioja
Marzo 2012
Poema del libro. “Poemas para leer”
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