Mera
sugestión
Mis amigos dicen que yo soy muy sugestionable. Creo que tienen razón.
Como argumento, aducen un pequeño episodio que me ocurrió el jueves pasado.
Esa mañana yo estaba leyendo una novela de terror, y, aunque era pleno
día, me sugestioné. La sugestión me infundió la idea de que en la cocina había
un feroz asesino; y este feroz asesino, esgrimiendo un enorme puñal, aguardaba
que yo entrase en la cocina para abalanzarse sobre mí y clavarme el cuchillo en
la espalda. De modo que, pese a que yo estaba sentado frente a la puerta de la
cocina y a que nadie podría haber entrado en ella sin que yo lo hubiera visto y
a que, excepto aquella puerta, la cocina carecía de otro acceso; pese a todos
estos hechos, yo, sin embargo, estaba enteramente convencido de que el asesino
acechaba tras la puerta cerrada.
De manera que yo me hallaba sugestionado y no me atrevía a entrar en
la cocina. Esto me preocupaba, pues se acercaba la hora del almuerzo y sería
imprescindible que yo entrase en la cocina.
Entonces sonó el timbre.
—¡Entre! —grité sin
levantarme—. Está sin llave.
Entró el portero del edificio,
con dos o tres cartas.
—Se me durmió la pierna —dije—. ¿No podría ir a la cocina y traerme un
vaso de agua?
El portero dijo “Cómo no”, abrió la puerta de la cocina y entró. Oí un
grito de dolor y el ruido de un cuerpo que, al caer, arrastraba tras sí platos
o botellas. Entonces salté de mi silla y corrí a la cocina. El portero, con
medio cuerpo sobre la mesa y un enorme puñal clavado en la espalda, yacía
muerto. Ahora, ya tranquilizado, pude comprobar que, desde luego, en la cocina
no había ningún asesino.
Se trataba, como es lógico, de un caso de mera sugestión.
[De El
mejor de los mundos posibles, Buenos Aires, Editorial Plus Ultra, 1976.]
Fernando
Sorrentino
(breve semblanza)
Fernando
Sorrentino nació en Buenos Aires el 8 de noviembre de 1942. Es profesor de
Lengua y Literatura.
Sus
cuentos suelen entrelazar de manera sutil, y casi subrepticia, la realidad con
la fantasía, de manera que no siempre es posible determinar dónde termina la
primera y empieza la segunda. Parte de situaciones muy “normales” y
“cotidianas”: pero, paulatinamente (y con toques de humor), se van enrareciendo
y se convierten en insólitas o turbadoras.
Algunos
de sus libros son Imperios y servidumbres
(1972), El mejor de los mundos posibles
(1976), En defensa propia (1982), El rigor de las desdichas (1994), Existe un hombre que tiene la costumbre de pegarme
con un paraguas en la cabeza (2005), El
regreso (2005), Costumbres del
alcaucil (2008), El crimen de san
Alberto (2008), El centro de la
telaraña (2008). Le pertenecen dos volúmenes de entrevistas: Siete conversaciones con Jorge Luis Borges
(1974) y Siete conversaciones con Adolfo
Bioy Casares (1992). Numerosos cuentos suyos han sido traducidos a diversas
lenguas europeas y asiáticas.
Su
página web es la siguiente:
http://www.fernandosorrentino.com.ar
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