El café con leche se enfría
en una taza donde anoche
ciertamente naufragó una cucaracha.
El párpado de la mañana está cosido
al de la noche.
Oscuridad.
Negrura.
Oquedad.
Sombras
sobre sombras.
Apilándose.
Apoyándose
contra cortezas,
contra muros,
contra edificios
ruinosos,
roñosos.
En las cornisas se suicidan gorriones.
En las aguas servidas se ahogan ratas grises.
Los niños juegan que comen.
Los niños juegan que sueñan.
Olores ácidos.
Humores corporales de los expulsados
de los que compran amor de baratija.
De los que venden sexo por centavos.
Por unos cuantos.
Siempre pocos.
Siempre casi nada.
Vencido
es una voz que se eleva
y otra,
y otra,
y otra
hasta ser un todo.
Un coro que pretende despertar
al alba que no llega.
Ululan.
Sollozan.
Lloran.
Gritan.
Desde la plaza una hiena ríe.
Todo es quietud.
Todo es noche cerrada.
Murmullos.
Ruidos.
Golpes.
Cerrojos que se corren.
Los diarieros despiertan
vocean los grandes titulares.
Dicen
Dios se ha suicidado.
1 comentario:
un abrazo amigos! es bueno compartir estos espacios
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