TIEMPO 


Cuando despertó el movimiento
y empujó la luz,
se sucedieron 
los días y las  noches,
clavando a la luna 
en cuadros místicos.

 Y el tiempo,
suspendido,
comenzó a caer
sobre todas las cosas.

 Al notar
blancos sus cabellos,
arrugada su piel
color de roca,
el hombre valoró
su personal viaje.

 Había percibido
sobre sus hombros,
que con la lluvia 
de los días,
estaba el peso
de su propio calendario.